Incorporación de los ministriles a la catedral de Cádiz
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La incorporación de los ministriles a los efectivos musicales de la catedral de Cádiz es una incógnita de difícil resolución, debido a las escasas y fragmentarias fuentes documentales que se han preservado en el archivo de esa institución para el siglo XVI.
Palabras clave
contratación de músicos , música militar , cartografía incorporación capilla de ministriles , octava del Corpus Christi , cabildo de la catedral , Robert Devereux (II conde de Essex) , Antonio Zapata de Cisneros y Mendoza (obispo) , Cristóbal de Castañeda (ministril) , ministriles , trompetas , caja , Maximiliano de Austria (abad, obispo)
La incorporación de los ministriles a los efectivos musicales de la catedral de Cádiz es una incógnita de difícil resolución, debido a las escasas y fragmentarias fuentes documentales del siglo XVI que se han preservado en el archivo de esa institución. El motivo de este hecho fue el conocido saqueo de la armada anglo-neerlandesa de 1596 que bajo el mando del almirante Charles Howard incendió el recinto catedralicio y el expolio de bienes de todo tipo, entre ellos libros, efectuado por las tropas de Robert Devereux, II conde de Essex, en esta y otras instituciones sacras de la ciudad, como el colegio jesuítico gaditano, algunos de los cuales, actualmente, se encuentran en bibliotecas del Reino Unido.
Máximo Pajares Barón y Marcelino Díez Martínez no aportan ningún dato sobre la presencia de ministriles en la catedral de Cádiz durante el siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII. Como diócesis sufragánea de Sevilla, pionera en la incorporación estable de un grupo de instrumentistas, en 1526, resulta muy extraño el que no los hubiera incorporado en algún momento previo al asalto inglés de 1596. De hecho, la suma de recursos económicos por parte de las vecinas colegiata e iglesias de Jerez de la Frontera y el concejo de esa ciudad habían hecho posible la contratación de un grupo de ministriles en 1574, en una modalidad de patrocinio mixto que encontramos también en otros lugares de la Corona de Castilla:
https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1537/jerez-de-la-frontera.
http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1219/baza.
https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1170/caceres.
La crónica de un testigo presencial del saco de Cádiz, conservada en la Biblioteca Nacional, da cuenta de la presencia de ministriles en la ciudad en 1596. La noche del domingo, 30 de junio:
“Estuvo la gente en sus puestos por toda la Caleta y en la plaza de la ciudad hubo un gran cuerpo de guardia donde ardieron muchos barriles y luminarias y lo mismo era por todas las partes de la ciudad de manera que parecía día claro. Estúvose toda la noche en la plaza tocando menestriles y trompetas y cajas y siempre en todo este tiempo andaba la gente alegre y desenfadada y tan deseosos todos de que el enemigo tomase tierra que pareció cosa de milagro ver en un punto trocada toda esta lozanía en tanta cobardía y miedo como mostraron”.
Es probable que se tratara de los instrumentistas al servicio de las tropas que había en la ciudad, ya que el cronista señala también:
“Lunes [1 de julio], a las dos de la mañana, se tocó rebato al arma y juntándose toda la caballería en la plaza salieron con sus pendones y en orden y con ella corrieron toda la plaza de la Caleta y así volvieron a entrar en la ciudad dos horas después de amanecido con sus chirimías y trompetas delante con el mismo orden dieron vuelta por toda la ciudad que pareció bien y alegró la gente común que a esta hora estaba bien triste oyendo el gran ruido que pasaba en la batalla del mar…”.
El cronista, un fraile, da cuenta también del espolio de los recintos sacros:
“Y de esta [crueldad] han usado con los templos y cosas sagradas, cristos, imágenes, retablos, libros, campanas, todo está hollado, quebrado, hecho mil pedazos y arrastrado por el suelo. Andaban vestidos con los ornamentos mofando con grandísimo escarnio y en fin, en lo que toca a la crueldad que han usado con las cosas sagradas que cualquiera lengua es corta para explicar lo que ha sido”.
Fueron hechos prisioneros el deán, cuatro canónigos y cuatro racioneros de la catedral por cuyo rescate se pidió la abultada cantidad de 20.000 ducados. Cuando llegó a la ciudad el obispo electo Maximiliano de Austria, abad de Alcalá:
“Entrando en su iglesia y viéndola tan maltratada, quemada en parte, sin ninguna cosa para el servicio della de ornamentos ni plata por haberlo llevado todo el enemigo, todo con lo de las otras iglesias y conventos, tomó acuerdo con los prebendados de la iglesia en que suplicasen a las demás catedrales de España les favoreciesen con dinero y ornamentos para restituir el culto divino a su antiguo estado”.
Finaliza la crónica con una relación de las cantidades en dinero y ornamentos que enviaron a Cádiz distintas catedrales de la corona de Castilla.
En una reciente visita al archivo de la catedral de Cádiz, he podido revisar el único volumen de actas encuadernado del siglo XVI que está accesible (Sección I, libro 2), el cual se extiende desde el 16 de noviembre de 1587 hasta el 19 de diciembre de 1589. El libro 1, con actas desde 1583 a 1586, no se puede consultar por su estado de conservación. El “libro” 3 esta formado por varias carpetas con actas sueltas, con una cronología 1598-1602, algunas de ellas también en un estado de conservación muy precario.
En el libro revisado, he encontrado dos noticias, inéditas, sobre los ministriles en la catedral de Cádiz. La primera data del 11 de mayo de 1588:
- Fol. 56r. [al margen: “sobre que haya ministriles”]. “Luego se trató sobre que hubiese ministriles en esta iglesia como los hay en otras iglesias catedrales y que habiéndolos se suple que cuando algún músico falta y por otras muchas razones que por esto hay y así se resolvió que se trate con el obispo y para ello se cometió al chantre y arcediano de Medina y canónigo Álvaro Arias y el racionero Diego de Lara para que con los mismos hablen a uno de los ministriles que está en esta ciudad”.
La iniciativa es similar a la que encontramos en otros lugares, en los que la contratación se inicia con un patrocinio exclusivo de la mesa capitular o de naturaleza mixta, coaligándose con recursos de la fábrica. El detonante podía ser, como en este caso, la presencia de algún grupo de ministriles en la ciudad que hubiera acudido para actuar en algún acto cívico o religioso. El obispo de Cádiz en esta fecha era Antonio Zapata de Cisneros y Mendoza, el cual había sido racionero de la catedral de Cuenca y canónigo en la de Toledo, las cuales habían incorporado ministriles en fechas tempranas, por lo que debía conocer bien la participación de los mismos en la liturgia y ceremonias de ambas instituciones sacras.
Las actas no vuelven a hacer referencia a esta contratación. Un segundo auto capitular, fechado el 6 de julio de ese mismo año, parece confirmar que esa incorporación no se llevo a cabo:
- Fol. 73r. [Al margen: “doce reales a un músico que tañó la octava del Corpus”]. “Leyóse una petición de Cristóbal de Castañeda que trujo instrumentos de música la octava del Corpus por orden del deán que se le dé alguna limosna y así se acordó que el mayordomo de la fábrica le dé doce reales”.
¿Pudo ser Cristóbal de Castañeda el ministril con el que el cabildo contactó para tratar de asalariar su grupo de instrumentistas a la catedral? No lo sabemos, en las actas consultadas no vuelve a aparecer ninguna alusión a esta cuestión. Tampoco podemos saber si se produjo un nuevo intento entre 1590 y 1596, ya que no se han conservado las autos capitulares de este periodo. Los libros de fábrica de finales del siglo XVI que han llegado hasta nuestros días tampoco registran la presencia de ministriles contratados. Muy poco probable parece que esa incorporación se hiciera efectiva en lo que resta de la centuria, ya que los esfuerzos económicos se centraron en la reconstrucción del templo incendiado, en el que no se reanudaría el culto hasta 1602, prolongándose las obras hasta 1606.
Al final del volumen 2 de actas hay copiado un pequeño ceremonial sobre el que volveré en otro artículo y en el que se especifican las secciones que se interpretaban en canto gregoriano y en polifonía en el oficio de las horas y en la misa, sin que tampoco haya ninguna referencia a la participación instrumental. Queda así pendiente de explorar la documentación de la primera mitad del siglo XVII para tratar de dilucidar el proceso tardío de incorporación de los ministriles a la liturgia y ceremonias de la catedral de Cádiz.
Véase: https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1528/cadiz.