Domestic music at the house of vihuela player Luis de Guzmán in Granada
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The family residence of the famous lutenist and vihuelist Luis de Guzmán was in the parish of Santa María la Mayor. His parents and sisters were buried in the Dominican convent of Santa Cruz la Real.
Keywords
music lessons , domestic music making , music education , Marian confraternities , confraternities project , women and musical networks project , Luis de Guzmán (composer, vihuela player, lute player) , Ruy López de Guzmán (Catholic kings' treasure) , Hernán Núñez de Toledo y de Guzmán (humanist) , María de Ávalos , Bernardina de Silva , confraternity of Our Lady of Hope at the convent of Santa Cruz la Real , Luis de Narváez (composer, vihuela player)
Luis de Guzmán fue compositor y uno de los vihuelistas más destacados de su tiempo. Pudo nacer en Granada, donde residió parte de su vida. Educado en un ambiente cortesano, era hijo de Ruy López de Toledo, tesorero al servicio de los Reyes Católicos, y de Luisa de Guzmán, de la cual toma su apellido y a la que Alonso de Palencia, en sus Anales de la Guerra de Granada, califica como “hermosa, noble y virtuosa señora”. La familia se estableció en Granada a partir de 1492 y, al menos desde 1501, residían en la collación de Santa María la Mayor. Murió en 1528 en la batalla naval de Salerno, librada entre la armada española comandada por el virrey de Nápoles, Hugo de Moncada, y la veneciana bajo el mando de Filipín Doria.
Pepe Rey trajo a colación un documento que indica que debía ser bien conocido en los círculos cortesanos. Francés de Zúñiga, cronista y bufón de Carlos V, en una de sus burlescas sátiras que fecha en 1523, sitúa al emperador en discusión con distintos nobles que debaten sobre qué debían hacer en relación a una larga sarta de peregrinos asuntos, en su mayor parte de compleja explicación, entre ellos: “y para que Luis de Guzmán tenga vihuela de suyo, pues no es costa ser el mejor músico del mundo o sea condenado a bienes perdidos, si se los hallaren, o que muestre a tañer al licenciado Aguirre o al Adelantado de Granada…”. No sabemos si este socarrón comentario puede relacionarse con el hecho de que su madre había fallecido, el 30 de abril de 1523, sin llegar a cobrar la pensión de 100.000 maravedís anuales que la reina doña Juana y el rey Fernando le habían concedido desde el fallecimiento de su marido, el 15 de octubre de 1517. Sus hijos, Luis, Pedro, María y Bernardina reclamaron al emperador el que se les pagara el montante de dinero que importaba el total de esa pensión, “pues sus padres no les dejaron otros bienes sino los servicios que hicieron a los reyes católicos, vuestros abuelos”. Se hizo el cálculo de la cantidad que suponía esa pensión y se acordó pagarles, fraccionadamente, 30.000 maravedís a lo largo de quince años. Los dos personajes a los que se propone que enseñara a tañer son: Ortuño Ibáñez de Aguirre, cercano al emperador y miembro del Consejo de la Inquisición y del Consejo Real, y Gutierre de Cárdenas, adelantado de Granada.
En su Declaración de Instrumentos Musicales, Juan Bermudo pone de manifiesto sus dotes como compositor y su habilidad con la vihuela. Esta faceta de compositor queda confirmada en el privilegio para la impresión de Los seys libros del Delphín (1538), fechado el 18 de mayo de 1537, del vihuelista granadino Luis de Narváez, en el cual se explicita: “y que también tenéis otras muchas obras de canto de órgano para cantar de muchos autores que no se han imprimido en estos reinos y otras de Francisco Milanés y de Luis de Guzmán para tañer vihuela, las cuales vos habéis colegido [corregido] y copilado [compilado] porque no estaban çiertas...”.
Entre los elogios que recibió se encuentra el de fray Prudencio de Sandoval. En su Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V (1604-1606), nos proporciona la noticia de su muerte y señala “Luis de Guzmán que fue el mayor músico de vihuela que hubo en su tiempo”. Bermúdez de Pedraza en sus Antigüedades y excelencias de Granada (1608), nos dice: “Luis de Guzmán tan famoso músico de laúd, que llegando su fama a Italia, le celebró Paulo Iouio en la Historia Universal”.
Los padres de Luis de Guzmán fueron enterrados en la capilla mayor del monasterio de Santa Cruz la Real. Sus hermanas, María de Ávalos y Bernardina de Silva, en la capilla que ellas dotaron con la advocación de Nuestra Señora de la Esperanza en el mismo cenobio dominico, a la que habían donado la imagen que la adornaba, como consta de la inscripción de su lápida sepulcral. Ya en el siglo XVIII, fray Antonio de la Chica Benavides, en la Gazetilla Curiosa (abril 1765), nos trasmite la leyenda de la aparición de esa imagen de alabastro. En tiempos de los Reyes Católicos, se hallaba Ruy López de Guzmán con Diego de Mendoza en Sierra Nevada y debido a lo abrupto del terreno y las malas condiciones meteorológicas se perdieron. Imploraron a “María Santísima... de toda buena esperanza” y vieron descender una luz que les permitió vislumbrar una gruta donde encontraron la imagen de la Virgen con el Niño. López de Guzmán la cogió y ayudados de la claridad lograron orientarse y llegar a la ciudad. En esta capilla y en torno a esta imagen se fundó la Hermandad de la Virgen de la Esperanza del gremio de torcedores de la seda.