El compositor y organista de la catedral de Sevilla José Muñoz de Montserrat falleció a las 7 de la mañana del día 19 de enero de 1762, en su casa de la plazoleta de la Botica de las Aguas (actual calle Guzmán el Bueno). Mandó ser enterrado en la parroquia de Santa Cruz, en el lado de la epístola del altar del Santísimo Cristo de la Misericordia, donde se le había concedido y estaba puesta una lápida con el apellido de “Monzerrate”. Esta imagen de devoción, atribuida a Pedro Roldán (último tercio del siglo XVII), se encontraba en la antigua iglesia de Santa Cruz, en la nave colateral a la del evangelio conocida como de “las capillas cerradas”, las cuales estaban protegidas con rejas. Actualmente esta imagen se venera en la nueva sede de la iglesia de Santa Cruz, en la antigua iglesia de los clérigos menores, y procesiona en el Martes Santo de la Semana Santa sevillana.

El cabildo ordenó que hicieran las ceremonias mortuorias que correspondían a Muñoz de Montserrat como miembro de la comunidad catedralicia:

“Encargando el Sr. Deán las tres misas, que por statuto es la una y las otras dos por auto capitular a los señores sacerdotes y los que no lo son tres oficios enteros de defuntos o mandar decir tres misas. Acordó que la vigilia y misa de cuerpo presente se diga el inmediato jueves... y que las honras se hagan los días cuatro y cinco del próximo mes de febrero”.

A estos últimos oficios, por decreto del cabildo, asistieron, “de manteo”, el arcediano de Niebla, el canónigo Diego Monrroy y los medio racioneros Gonzalo Muñoz y Lorenzo Garrido.