Órgano para la iglesia de Ipiales –Colombia– (1585)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
En 1585, Pedro de Henao, cacique y gobernador de Ipiales (Colombia), compró una serie de ornamentos para la iglesia de esa ciudad. Entre esos objetos se encontraba un órgano que fue construido en Sevilla por el organero Jerónimo de León.
Palabras clave
órgano , cartografía introducción del órgano , Asencio Martín (oficial de organero) , Hernando de Tapia (organista) , Jerónimo de León (organero) , Pedro de Henao (indio, gobernador de Ipiales y Potosí)
El 4 de enero de 1585, Pedro de Henao, cacique y gobernador de Ipiales (Colombia), en un documento de la colección Belmonte localizado por José Gestoso en el Archivo General de Indias, deja constancia de la adquisición de una serie de ornamentos para la iglesia de esa ciudad. Entre esos objetos se encontraban, siguiendo a Gestoso: “unos órganos en toda perfección, una imagen de Nuestra Señora del Rosario de 7 palmos con su tabernáculo y andas, otra de Nuestra Señora de la Angustia de 7 palmos, con un Cristo Crucificado de 9 palmos y 6 ángeles con sus candeleras en las manos, para 3 altares de media vara de alto y un par de ciriales con sus ángeles, todo ello dorado”.
Entre los testigos presentados en ese documento, se encontraban, de nuevo siguiendo a Gestoso: “3º [testigo]. Asencio Martín, organista, vecino de Sevilla, en San Martín, dice que el órgano en toda perfección lo está haciendo Jerónimo de León, organista, en precio de 150 ducados y el testigo es oficial de este oficio. Tiene 50 años. 4º [testigo] Hernando de Tapia, organista de San Salvador, visitador de los órganos de este arzobispado. Lo mismo que el anterior tiene más de 30 años”.
Jerónimo de León fue uno de los organeros más importantes en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XVI, con una importante producción de órganos documentada, por lo que es posible que Asencio Martín trabajara en su taller, lo cual se refuerza porque ambos vivían en la collación de San Martín. Hernando de Tapia, clérigo organista de la colegiata de Salvador, debía mantener una estrecha relación con Jerónimo de León, ya que será uno de sus albaceas testamentarios en 1587.
A su regreso a Ipiales, Henao no se llevó las esculturas y los ciriales, pero nada induce a pensar que no se llevará el órgano construido por Jerónimo de León.
Una Real Cédula de 1589, cuando Henao ya había fallecido, señala:
“Se gastaron trescientos y sesenta ducados en ciertas imágenes de bulto, un tabernáculo y dos ciriales que el dicho don Pedro se fue sin ello”.
El documento de 1585 es coetáneo a la probable refundación de la ciudad de Ipiales, situada en el departamento de Nariño, en la frontera con Ecuador, cuando el obispo de Quito desplace allí a dos clérigos encomenderos de la orden de Santo Domingo, Andrés Moreno de Zúñiga y Diego de Benavides, para trasladar el asentamiento primitivo al lugar que hoy ocupa. Resulta sorprendente pensar la rapidez con la que estos pequeños y aislados enclaves americanos eran dotados no solo de ornamentos, imágenes y otros enseres litúrgicos necesarios para celebrar el culto sino también de un órgano que conllevaría el hecho de que allí se asentara una persona capaz de tañerlo.
Nota: En una Real
Cédula al Presidente y oidores de la Audiencia de Quito, fechada en Madrid el
28 de diciembre de 1583, conservada en el Archivo de Indias [QUITO,
211,L.2,fol. 112v], se solicita “que ayuden y favorezcan a Pedro de Henao,
indio, gobernador de los pueblos de Ipiales y Potosí, en el corregimiento de
los Pastos”.
Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/679/sevilla/es.