Luis Rolland, fabricante de instrumentos musicales en Madrid (c. 1795-1813)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Luis Rolland fue un activo constructor alemán de aerófonos de madera y metal que estuvo afincado en Madrid casi dos décadas (c. 1795-1813) durante las cuales su taller estuvo ubicado en diferentes localizaciones.
Palabras clave
venta de instrumentos , construcción de instrumentos musicales , Luis Rolland (constructor de instrumentos aerófonos de madera y metal, tornero) , Miguel Kochems (tornero)
Luis Rolland fue un activo constructor alemán de aerófonos de madera y metal que tras haber “corrido la Holanda, Alemania y Francia” estuvo afincado en Madrid durante casi dos décadas, aunque, al parecer, con alguna ausencia temporal de la ciudad. Los anuncios aparecidos en la prensa madrileña dan buena cuenta de los distintos lugares en los que Rolland tuvo abierto su taller y la sorprendente variedad de instrumentos que era capaz de construir, la mayor parte de ellos en distintos acabados y precios. Cristina Bordas localizó en el Archivo General de Simancas una documentación clave para entender el destacado papel que Rolland tuvo en el nacimiento de una incipiente industria de fabricación de aerófonos en Madrid, la cual incorporó en su tesis doctoral. Quiero agradecerle la generosidad de compartir conmigo este trabajo, pero dado que, en este momento, está redactando un artículo centrando en la figura de Rolland, me limitaré a usar aquí solo aquellos datos que me ayudan a establecer la cronología de Rolland en Madrid y algún detalle de interés que permite vislumbrar la entidad e importancia de su taller.
No sabemos con precisión cuándo llegó Rolland a Madrid, pero, en marzo de 1803, dice estar casado con una española y “avecindado en esta corte ocho años”, lo que retrotraería esa llegada a 1795. En 1797, antes de establecerse por su cuenta, estuvo trabajando ocho meses con el tornero alemán Miguel Kochems, se supone que igualmente en la construcción de instrumentos musicales, en el taller que este tenía en la calle de Jacometrezo, “frente al postigo de San Martín”. En noviembre de 1797, solicita la licencia para poder ejercer libremente su trabajo como “tornero y construidor de toda especie de instrumentos de aire” en un pequeño taller que tenía en la calle de las Infantas, n.º 10. En este taller, el visitador de la Junta de Comercio y Moneda dará cuenta de que tenía terminados algunos serpentones y estaba finalizando otros clarinetes y que se había asegurado de su destreza para la fabricación “de toda especie de instrumentos de aire por sí solo”, por lo que informó de la conveniencia, dado los escasos constructores de instrumentos de viento que había en Madrid, de que se le concediera la licencia que solicitaba.
Año y medio después, se publicita por primera vez en la prensa madrileña, más concretamente en el Diario Noticioso Erudito y Comercial Público y Económico de 18 de junio de 1799:
“Luis Rolland, que vive en la calle de las Infantas, número 4, tiene una fábrica de toda clase de instrumentos de aire para música militar”.
Como vemos, seguía en la calle de las Infantas, aunque en el n.º 4, bien porque hubiera tenido que abandonar el local que tenía en el n.º 10 o por la necesidad de buscar otro más amplio en el que desarrollar un volumen de trabajo que debió de incrementarse significativamente. En un memorial de 1803, dice que tiene en su taller trabajando a cinco oficiales, “no más por la estrechez de su casa y falta de fondos para pagar otra mayor y tener más operarios” (más adelante dice que son seis operarios, “dos de torno y cuatro de lima”) y que en este tenía: “cinco tornos, cuatro bancos de lima, fragua y tornillos y todo lo correspondiente”. En este interesante expediente da cuenta de todos los instrumentos que trabajaba, las maderas usadas, su volumen de negocio, su extensa clientela y la exportación de instrumentos a Portugal y “América”.
Una lista de los instrumentos que Rolland construía, algo menos extensa y sin la precisión de las maderas usadas, la encontramos en el Correo Mercantil de España y sus Indias del lunes 14 de marzo de 1808 (noticia del 11 de marzo):
“S. M, a consulta de la suprema Junta General de Comercio y Moneda, se ha servido conceder a Don Luis Rolland, fabricante de toda clase de instrumentos militares de música en esta corte, el privilegio de colocar el escudo de sus Armas Reales sobre las puertas de su fábrica, en premio de su aplicación y adelantamiento en la nueva invención de clarines para la caballería que se empiezan a usar y también para la infantería, cuyas clases de instrumentos que se fabrican y sus respectivos precios son los siguientes:
- Clarinetes de befa, guarnecidos de marfil, con pieza de alamirre y 2 boquillas, 400 reales.
- Idem, guarnecidos de asta, 300 [reales].
- De cesolfaut, guarnecidos de marfil, con pieza de medio punto y 2 boquillas, 360 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 260 [reales].
- De befa, sin pieza, guarnecidos de marfil, con 2 boquillas, 320 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 220 [reales].
- De cesolfaut, sin pieza, guarnecidos de marfil, con 2 boquillas, 300 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 200 [reales].
- Requintos de elafa, guarnecidos de marfil, con 2 boquillas, 200 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 160 [reales].
- De fefaut, guarnecidos de marfil, con 2 boquillas, 180 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 140 [reales].
- De gesolreut, guarnecidos de marfil, con 2 boquillas, 180 [reales].
- Idem guarnecidos de asta, 140 [reales].
- Flautas guarnecidas de marfil, con sus piezas correspondientes, 160 [reales].
- Idem de asta, 120 [reales].
- Lisas sin guarnecer, 80 [reales].
- Flautines guarnecidos de marfil, 90 [reales].
- Idem de asta, 60 [reales].
- Fagotes con 2 piezas tudeleras, 600 [reales].
- Bajones de 2 llaves, 5 [reales].
- Idem de 5, 600 [reales].
- Serpentones con su tudel y boquilla, 700 [reales].
- Trombones con su boquilla, 600 [reales].
- Trompas de primera clase y de bomba, con todos sus tonos, 2.500 [reales].
- Idem sin bomba, lisas, 1.800 [reales].
- Clarines de bomba, con todos sus tonos, para la infantería, 360 [reales].
- Idem para la caballería, 170 [reales].
- De los largos, a lo antiguo, 150 [reales].
- Platillos legítimos de Constantinopla, el par, a 2.200 [reales].
Obligándose dicho fabricante Don Luis Rolland a que todo instrumento que fuese comprado en su fábrica que por algún defecto no fuese de recibo, recogerlo este dando otro en su reemplazo que lo sea. Vive calle Hortaleza, casa número 12, en donde tiene su dicha fábrica”.
Una noticia similar se publicó, unos días después, el viernes, 25 de marzo de 1808, en la Gazeta de Madrid. Como vemos, resulta especialmente notable la variedad de afinaciones y acabados que ofrecía, así con la garantía de los instrumentos que construía. Por otro lado, vemos que había trasladado su taller a la vecina calle Hortaleza, posiblemente porque su volumen de negocio hubiera seguido creciendo (sabemos que en 1804 llegó a tener ocho oficiales, aunque en 1807 volvía a tener cinco o seis) y por la estrechez, ya mencionaba, del local de la calle de las Infantas, en cuya puerta le había sido autorizado colocar las armas reales, un signo de prestigio y distinción.
En algún momento, entre marzo de 1808 y julio de 1810, posiblemente debido a la situación que Madrid atravesó como consecuencia de la revuelta contra los franceses, Rolland y su familia debieron abandonar Madrid e instalarse temporalmente en París. El Diario de Madrid de 12 de julio de 1810 da cuenta de su regreso y del establecimiento de su taller en la calle del Caballero de Gracia:
“D. Luis Rolland, fabricante de toda clase de instrumentos de aire, como flautas, clarinetes, clarines para caballería e infantería, trompas, fagotes, trompones [sic] y fiaseletos [sic], hace saber que acaba de llegar de París, y vive calle del Caballero de Gracia, n.º 35, frente al oratorio, el cual servirá al público a precios equitativos”.
Según Albert Rice, Rolland permaneció en Madrid hasta 1813. Cristina Bordas da cuenta de dos de sus discípulos, Manuel Suárez y Mariano Herranz, los cuales se sucedieron a cargo del taller que seguía abierto en la calle Caballero de Gracia, n.º 35, en 1819.
En el libro Les Instruments de Musique à Bruxelles et en Wallonie: inventaire descriptif se recoge la ficha catalográfica del único instrumento de Rolland conservado que he podido localizar. Se trata de un clarinete de cinco llaves en do fabricado en Madrid. Construido en madera de boj, está firmado: ROLLAND / A MADRID (entre dos estrellas de seis picos). La ficha publicada de este instrumento, dice:
“Clarinette en ut en bois brun clair, composée de cinq parties garnies et viroles en ébène. L’Instrument est percé de huit trous et possède cinq clefs en cuivre jaune. Elle est pourvue d’un bec en ébène”.
Se encontraba en la sede del Musée de l’Art Wallon, en Lieja [nº A 3104], construida por Henri Bonhomme (1980-2011), por lo que actualmente debe estar en La Boverie, museo al cual fueron a parar los fondos cuando en 2016 se cerró el Musée des Beaux-Arts (2011-2016) que estaba instalado en el edificio del antiguo Musée de l’Art Wallon y que había fusionado sus fondos con los del MAMAC y el cabinet des Estampes et des Dessins. Los intentos de contacto con el museo de La Boverie para intentar conseguir una reproducción fotográfica digital de este instrumento han quedado sin respuesta. Una fotografía del clarinete de Luis Rolland, en blanco y negro, de escasa calidad, puede verse en el catálogo de instrumentos ya citado (p. 258).