Fundación y dotaciones pías en la capilla de San Felipe y Santiago de la catedral de Córdoba (1258)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

Fundación y dotaciones pías en la capilla de San Felipe y Santiago de la catedral de Córdoba (1258).

Palabras clave

dotación de capilla , aniversario , memorias , Domingo Muñoz (adalid, alguacil de Córdoba) , Gila , Alfonso Fernández de Córdoba (señor de Cañete de las Torres y de Alcala de los Gazules) , Teresa Jiménez de Góngora , Ruy Fernández (arcediano de Córdoba) , Fernando Alfonso de Córdoba (señor de las Torres de Cañete y Alcalá de los Gazules) , María Ruiz de Biedma , Martín Alfonso de Córdoba (señor de Cañete de las Torres y Montemayor) , Aldonza López de Haro , Constanza Fernández , Bartolomé Bocanegra (señor de la Reina y de la Albaida) , Leonor Fernández , Gonzalo Fernández de Córdoba (señor de Aguilar) , Pedro Fernández de Córdoba , Constanza (mujer de Fernando Ruiz de Biedma) , Diego López Gamarra , Alonso Rodríguez , Marina González , Teresa González , Luis Fernández de Córdoba y Spínola (XI duque de Medinaceli)


En la sección Estado del Archivo Histórico Nacional, se conserva un documento, fechado el 17 de enero de 1754, en el que el licenciado José Vázquez Venegas, canónigo de la colegiata de San Hipólito de Córdoba, remitía a José Carbajal y Lancaster, ministro de Estado, un informe en él que se daba cuenta de la dotación de las capillas de los siglos XIII y XIV en la catedral de Córdoba y de las memorias fundadas en ellas. Señala con una E las catorce capillas que se habían extinguido y con una P las dieciocho que todavía existían.

La capilla que nos ocupa en este artículo es la de San Felipe y Santiago, marcada con una P situada en el margen del documento. Las primera noticias que tenemos de su dotación datan de una escritura del 1 de noviembre de 1258 (era 1296), en la que consta la donación que Domingo Muñoz, adalid, alguacil de Sevilla, y su mujer, doña Gila, vecinos que eran de Córdoba, a la collación de San Salvador, hacían al cabildo de la catedral cordobesa:

De una rueda de azeña al vado de San Martos, en limosna por remisión de sus pecados y para los aniversarios perpetuos en el día de su finamiento y doce memorias, especificando la rueda y aceña con esta palabras: ‘de las que habemos en Guadarquivir sobre nuestra azuda que es al vado de Martos, en aquella casa do avíe Lope García otras dos ruedas, e otra rueda que tenía allí Pedro Aparicio que se la dieron a su mujer, nuestra sobrina’”.

En el documento conservado en el archivo de la catedral (caja Y, nº. 178), la fecha es del 6 de noviembre. Ese documento original precisa:

Facer en cada año senos aniversarios en aquellos días que fueren del finamiento a cada un de nos, e que tomades de la renta desta aceña por a partir el día de nuestros aniversarios diez maravedís por cada uno. E de la otra renta que rendiere esta aceña cada año demás destos maravedís que son de nuestros aniversarios que nos pagades por ella doce memorias en el año a cada mes una memoria”.

El 18 de julio de 1259, hacían una nueva donación de otra aceña, en el mismo lugar, que habían comprado a Pedro Coviello, para sustituir a la anterior: “porque vos embargaba don Fadela otra aceña que nos vos diemos por nuestro aniversario, porque la tenía de nos empeñada por doscientos cincuenta maravedís”.

La azuda citada en el documento se llamaba también de Almanzor y estaba cerca de la puerta de la Azuda o de Martos, la de mayor tráfico de la ciudad (actualmente Museo Hidraúlico Molino de Martos).

El adalid Domingo Muñoz fue uno de los personajes más destacados en la conquista de Córdoba y, posteriormente, estuvo también en el cerco y la toma de Sevilla, por lo que sería gratificado con posesiones urbanas y rurales en ambas ciudades. No fue enterrado en la capilla de San Felipe y Santiago de la catedral cordobesa, sino en la de San Bartolomé de la catedral de Sevilla: en “túmulo alto con sus armas e insignias”. En esta capilla, según consta en el Libro Blanco (n.º 331), conservado en el archivo de la catedral hispalense, dejó dotada media capellanía, con la cera necesaria para servirla y un aniversario simple que se hacía en el mes de diciembre.

La capilla de San Felipe y Santiago era conocida como “de la cepa”, “del adalid” o “de los muchos sepulcros”. La primera denominación le venía dada por “estar enterrados en ella los autores de todas las casas más distinguidas y mayorazgos que tienen el apellido de Fernández de Córdoba”, la segunda del título con el que era conocido Domingo Muñoz, y la tercera por los múltiples enterramientos que en ella había. El documento del Archivo Histórico de Madrid especifica que en las Tablas de los Aniversarios que se cumplían por parte del cabildo de la catedral de Córdoba, en el mes de septiembre, se encontraban los de Domingo Muñoz y su mujer Dª. Gila, “en su capilla de San Felipe y Santiago”. Igualmente, nos proporciona un listado de los beneficiarios de las memorias que en ella se oficiaban:

En el mes de mayo: Domingo Muñoz, adalid, y su mujer Dª. Gila; Alfonso Fernández de Córdoba, el Viejo, alguacil mayor, y su mujer Teresa Jiménez de Góngora (otorgaron testamento en 1327 y se enterraron en esta capilla); el arcediano Ruy Fernández (hijo de Domingo Muñoz, testó el 15 de junio de 1293, se enterró en esta capilla); Fernando Alfonso de Córdoba (testó en 1343), alguacil mayor, y su mujer María Ruiz de Biedma; Martín Alfonso de Córdoba, alférez (falleció en 1349, enterrado en esta capilla), y su mujer doña Aldonza López de Haro (enterrada en esta capilla); Micer Bartolomé de Bocanegra, su mujer Leonor Fernández y su hija Constanza Fernández; Dª. Constanza, mujer de Fernando Ruiz de Biedma; de Diego López Gamarra y de su mujer; de Alonso Rodríguez, hermano del tesorero Juan Rodríguez; de Marina González y Teresa González, criadas de D. Egas.

En el mes de diciembre: Domingo Muñoz, adalid, y su mujer Dª. Gila; Alfonso Fernández de Córdoba el Viejo, alguacil mayor, y su mujer Teresa Jiménez de Góngora; el arcediano Ruy Fernández; Fernando Alfonso de Córdoba, alguacil mayor, su mujer María Ruiz de Biedma y sus hijos Gonzalo Fernández de Córdoba (fallecido en 1384), señor de Aguilar, y Constanza Fernández, así como de su nieto Pedro Fernández de Córdoba, hijo del citado Gonzalo Fernández, fallecido en vida de su padre; Martín Alfonso de Córdoba, alférez, y de su mujer doña Aldonza López de Haro; Micer Bartolomé de Bocanegra, su mujer Leonor Fernández (integrante de la casa de Córdoba) y su hija Constanza Fernández.

En el documento del Archivo Histórico Nacional se da cuenta de una escritura de concordia que el cabildo de la catedral hizo con María García Carrillo, mujer de Gonzalo Fernández de Córdoba, y con el hijo de ambos, Alfonso Fernández de Córdoba, fechado el 5 de julio de 1384, sobre el pago de 15.000 maravedís que Gonzalo Fernández de Córdoba, en su testamento, había dejado para su capilla: “que es la de San Phelipe et Jacobi, donde están enterrados los cuerpos de su marido, e sus padres y abuelos”. Este documento es también citado por Francisco Fernández de Córdoba, abad de Rute, confirmando los enterramientos en ella referidos. En el caso de Martín Alfonso de Córdoba, en su primer testamento, fechado el 4 de octubre de 1340, manda ser enterrado en la capilla donde yacía su padre que, como he señalado, era la capilla de San Felipe y Santiago y no la de San Bartolomé, como indica Francisco Fernández de Béthencourt. En la misma capilla se enterrarían también su mujer, Aldonza López de Haro, y probablemente su hija Constanza Fernández.

En otra nota sobre la capilla de San Felipe y Santiago, en el documento citado del Archivo Histórico Nacional, José Vázquez Venegas nos dice:

Esta capilla la posee el Excm. Sr. Duque de Medina Sidonia, señor de Cañete, Aguilar y Montilla, etc. como descendiente legítimo de dicho adalid Domingo Muñoz y por gozar el primer mayorazgo de la Casa de Córdoba que es el de la Torre de Cañete, fundado el año de 1317 por los dichos Alonso Fernández, el Viejo, y doña Teresa Ximénez de Góngora, su mujer”.

En 1754, fecha de la redacción del documento, el propietario de la capilla de San Felipe y Santiago era Luis Fernández de Córdoba y Spínola, XI duque de Medinaceli. Según señala Manuel Nieto Cumplido: “los Fernández de Córdoba perdieron interés por esta capilla desde que a fines del siglo XIV se les otorgó el patronato de la capilla mayor de la iglesia colegial de San Hipólito de Córdoba”. En cualquier caso, la capilla de San Felipe y Santiago mantuvo su advocación y fue renovando su ajuar mobiliario, artístico y litúrgico.

La capilla está situada en el lado sur de la mezquita, linda al oeste con la capilla de San Bartolomé, ocupando el espacio correspondiente a las naves 16 y 17. Su aspecto actual está totalmente desvirtuado, apreciándose solo los cuatro arcosolios labrados en el muro de la quibla que presentan decoración mudéjar, en los que muy probablemente estarían situadas algunas de las camas funerarias. La capilla estaba cerrada con un muro de cantería, en el que había dos ventanas geminadas a la misma altura, otra ventana circular, más elevada, y una puerta gótica con una cancela de hierro (véase recursos). En 1528, se edificó una escalera, adosada a la capilla de San Bartolomé, transformando una de las ventanas superiores en una puerta por la que se accedía a la oficia de la Contaduría del cabildo en las cámaras superiores (ver plano de 1741 y 1767). Esta configuración le otorgaba unas particulares condiciones acústicas y un limitado acceso visual desde el exterior. El altar se encontraba ubicado en el muro este de la capilla, tal y como puede apreciarse también en el plano de 1741 y delante de él había varias losas funerarias. Sobre la mesa de altar había colocado un retablo en yeso con pintura al fresco de Antonio del Castillo (c. 1660), en el que está representada la Inmaculada Concepción, con las figuras de los titulares de la capilla a ambos lados. Este retablo se encuentra desde 1932 frente a la capilla de San Lorenzo y de San Pedro Mártir, pero el frontal de piedra sobre el que descansa procede de otro altar también desplazado de su emplazamiento original, el de las cabezas de San Pedro y San Pablo, fundado por Juan de Rojas en 1519. El frontal original de la mesa de altar, de piedra encarnada, fue trasladado a la iglesia de Santa María de Trassierra en 1939.

El cerramiento original de la capilla fue eliminado a principios del siglo XX por Félix Hernández que únicamente dejó la puerta con la cancela. En 1987, ambos elementos se trasladaron al solar que ocupaba la capilla de la Encarnación (actual Museo de San Clemente).

Este trabajo se ha realizado dentro del Proyecto de Investigación CateCArq. La arquitectura y los usos y costumbres de las catedrales de la provincia eclesiástica de Toledo hasta el concilio de Trento, liderado por Eduardo Carrero Santamaría [PID2023-149168NB-I00].

Fuente:

Archivo Histórico Nacional. ESTADO, 3204, N.51. Dotaciones de las capillas que se edificaron en la catedral del Córdoba en los siglos XIII y XIV.

Archivo de la Catedral de Córdoba, caj. Y, nº. 178 y nº. 180.

Bibliografía:

Fernández de Béthencourt, Francisco, Historia genealógica y heráldica de la monarquía española Casa Real y Grandes de España, tomo 9. Madrid: Establecimiento tipográfico de Jaime Ratés, 1912, 234-236.

Fernández de Córdoba, Francisco, Historia y descripción de la antigüedad y descendencia de la Casa de Córdoba. Córdoba: Tipografía Artística, 1954, 76-86, 98-104.

Muñoz Vázquez, Miguel, “Historia del repartimiento urbano de Córdoba”, Boletín de la Real Academia de Córdoba 81 (1961), 82-84.

Nieto Cumplido, Manuel, La catedral de Córdoba. Córdoba: Publicaciones de la Obra Social y Cultural de Cajasur, 1998, 365-366, 458.

Sanz Sancho, Iluminado, “Prosopografía de los componentes del cabildo catedralicio de la catedral de Córdoba en la Edad Media (1238-1450), en Carreiras eclesiásticas no Ocidente Cristão (séc. XII-XIV). Lisboa: Centro de Estudos de História Religiosa, Universidad Católica Portuguesa, 2007, 58.

Pérez Embid, Wamba, Javier, Culto funerario y registro necrológico de la catedral de Sevilla (siglos XIII-XV). Madrid: Dykinson, 2015, 330-331.

Nieto Cumplido, Manuel, Corpus mediaevale cordubense, vol. II. Córdoba: Deán y Cabildo Catedral de Córdoba, 2020, 54-55, 59-61.

Publicado: 16 Jun 2025
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Fundación y dotaciones pías en la capilla de San Felipe y Santiago de la catedral de Córdoba (1258)", Paisajes sonoros históricos, 2025. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1706/cordoba.
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Recursos

Puerta de la capilla de San Felipe y Santiago (museo de San Clemente). Fotografía de Juan Ruiz Jiménez

Altar de San Felipe y Santiago. Antonio del Castillo (c. 1660)

Capilla de San Felipe y Santiago / Plano de 1767

Capilla de San Felipe y Santiago / Voyage pittoresque et historique de l'Espagne (1806-1820). Alexandre Laborde. Paris, 1812

Puerta de la Capilla de San Felipe. Fotografía de la izquierda de Rafael Garzón

Cuaderno de las memorias de la catedral de Córdoba (capilla de San Felipe y Santiago). José Vázquez Venegas (1754). AHN, ESTADO, 3204, N.51