Representaciones teatrales en Sevilla (1637-1638)

José Sánchez-Arjona nos proporciona una valiosa información sobre las representaciones que tuvieron lugar en el corral de La Montería durante el año 1638. Estas se repartieron en tres periodos:

- Desde el jueves 28 de enero hasta el 16 de febrero, martes de Carnaval.

- Desde el lunes 5 de abril, segundo día de Pascua de Resurrección, al domingo 18 de abril.

- Desde el viernes 4 de junio (día siguiente al Corpus Christi) hasta el 27 del mismo mes.

Un total de 49 representaciones, de las que sabemos “los aprovechamientos” obtenidos en cada una de ellas que oscilaron entre los 52 reales del miércoles 16 de junio y los 668 del domingo 20 del mismo mes.

Las dos compañías que representaron estas funciones eran muy conocidas: la de Tomás Fernández que ese año venía de Cádiz y la del sevillano Manuel Álvarez Vallejo.

La compañía de Vallejo otorgó su escritura el 10 de marzo por la que se obligaba a 30 representaciones, desde el segundo día de Pascua de Resurrección en adelante, debiendo dar: “En casa semana dos comedias nuevas, con sus bailes y entremeses”. Domingo Hernández, administrador del corral se comprometía a darle 200 reales por cada representación, recibiendo a cuenta 10.800 reales. Además, Hernández pagaría: “la mitad de todos los gastos que se causaren en las tramoyas que se hicieren en el dicho corral durante las representaciones”.

La compañía de Tomás Fernández había llegado a Sevilla a principios de noviembre de 1637. El día 3 solicitó y obtuvo la licencia para representar en La Montería, por lo que probablemente fue también el encargado de las representaciones del mes de enero de 1638.

Estos mismos autores fueron los encargados de los cuatro autos representados durante la fiesta del Corpus, de los que solo conocemos tres títulos:

- Los trabajos de Tobías de Francisco Jiménez Sedeño, al que se pagaron 100 reales. Según Jean Sentaurens parece que no se representó ese año y se reservó para el año siguiente

- El Narciso.

- El Santo Rey D. Fernando, que no parece pudiera ser el escrito por Pedro Calderón de la Barca (primera y segunda parte), como sugiere Sánchez-Arjona, ya que, según señala Ignacio Arellano: “por la documentación conservada sabemos que se escribió para las fiestas del Corpus madrileñas de 1671”. Los papeles principales estuvieron a cargo de Íñigo de Albaisa y su mujer que pidieron una ayuda de costa para sufragar el costo de su vestuario, para el que se les concedieron 200 reales. Estos autos también fueron representados en el corral de La Montería.

Es probable que se representaran algunos de los entremeses que Luis Quiñones de Benavente escribió para Tomás Fernández, entre ellos el Entremés cantado. El Soldado, o algunas de las comedias que no se habían visto en la ciudad y que Fernández había adquirido de sus autores, consiguiendo, además, por un auto de 4 de marzo de 1636, la exclusividad para que no pudieran ser representadas por otras compañías en un plazo de ocho años:

- La gitanilla.

- Las muñecas de Marcela de Cubillo de Aragón.

- La gobernadora de Italia.

- Rayo de Palestina de Antonio Enríquez Gómez.

- No casarse en duda.

- El padre Mampassa.

- Empeños de amor y celos.

- La boca y no el corazón.

- Rogar con el propio bien.

- San Francisco Javier.

- La lavandera de Italia.

- La Baltasara de Rojas Zorrilla, Antonio Coello y Luis Vélez de Guevara.

- El desengaño a buen tiempo.

- La intención castigada de Lope de Vega.

- El acero de Antequera.

- El capitán Chinchilla de Antonio Enríquez Gómez.

- Celos, honor y cordura de Antonio Coello.

- Juliano Apóstata de Juan Vélez de Guevara.

- El mudo y la codiciosa.