Las noticias más tempranas de la celebración de la procesión del Corpus Christi en Sevilla datan de la segunda mitad del siglo XIV. Sus elementos identitarios fueron cambiando con el paso de tiempo, pero su itinerario se mantuvo bastante estable, con modificaciones temporales o excepcionales del recorrido motivadas por la transformación del espacio catedralicio o de particulares acontecimientos que tuvieron lugar en la ciudad.