Foundation of the chapel of Omnium Sanctorum / San Esteban / San Bartolomé in the Cathedral of Cordova (1271)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
We analyze the probable sequence of dedications of the chapel in Córdoba Cathedral currently known as San Esteban y San Bartolomé, as well as who its founders were and what pious endowments were established there.
Keywords
endowment , endowment of a chapel , anniversary , burial , feast of Saint Bartholomew , project CateCArq , cathedral chapter , Rodrigo Álvarez (maestrescuela, canon) , Martín Muñoz (= Sánchez) , Muña , Teresa Sánchez , Ora , Gonzalo Martín , Sancha Martínez , Martín Muñoz (II) , Alfonso de Góngora (jurado) , Luis de Góngora y Argote (poet, canon)
En la sección Estado del Archivo Histórico Nacional, se conserva un documento, fechado el 17 de enero de 1754, en el que el licenciado José Vázquez Venegas, canónigo de la colegiata de San Hipólito de Córdoba, remitía a José Carbajal y Lancaster, ministro de Estado, un informe en el que se daba cuenta de la dotación de las capillas de los siglos XIII y XIV en la catedral de Córdoba y de las memorias fundadas en ellas. Señala con una E las catorce capillas que se habían extinguido, entre ellas las de Omnium Sanctorum y San Esteban, y con una P las dieciocho que todavía existían, una de ellas la de San Bartolomé. Como veremos, desentrañar la historia de este espacio sacro, de sus fundadores y de los que allí se enterraron presenta una cierta complejidad y algunas incógnitas.
En este informe, en el que las capillas se ordenan cronológicamente, la primera que aparece es la capilla de San Bartolomé debido a un error en la fecha del primer documento citado:
“Por el testamento que otorgó Rodrigo Álvarez, maestrescuela que fue de dicha santa iglesia, a 4 de noviembre de la era 1292 [1254 de la era cristiana] consta que se mandó enterrar en esta capilla de San Bartolomé de la iglesia de Santa María de Córdoba por serlo [sic] propia y del enterramiento de su abuelo Martín Muñoz”.
Al margen, “Capilla de San Bartolomé” y, aparentemente corregida, la fecha de 1254. Hay una confusión evidente en esa referencia. Rodrigo Álvarez, maestrescuela y canónigo de la catedral cordobesa, otorgó testamento el 4 de noviembre de 1330, no de 1254. El documento nos dice que, efectivamente, en el espacio funerario en el que disponía ser enterrado lo estaba ya su abuelo Martín Muñoz y en él dotaba la festividad de San Bartolomé y un aniversario por su alma, para lo cual dejaba al cabildo 40 maravedís de censo perpetuo de los molinos del río Monturque, en el término municipal de Santaella (Córdoba).
Rodrigo Álvarez parece referirse al mismo espacio cuando, tras diferentes cláusulas testamentarias, nombra por herederos del remanente de sus bienes a sus hijos Fernando y Constanza y que, si estos fallecieren, ese montante debía pasar al cabildo para dotación de la “capilla de San Esteban”, en la que estaban enterradas su madre, Teresa Sánchez, y su abuela materna, doña Muña, dotando un aniversario para cada una de ellas. Todo apunta a que la capilla tuviera en esa fecha, 1330, la advocación de San Esteban, en la que ya existía un altar con esa dedicación y al menos una imagen de San Bartolomé, suposición que podría venir avalada por la dotación de la referida festividad en esta capilla.
El testamento de Rodrigo Álvarez apunta a que el fundador de este espacio funerario fue su abuelo Martín Muñoz. Su filiación es controvertida. Juan de Carasa Zapico, en su Nobiliario (manuscrito, fol. 94v) dice que Martín Muñoz de Córdoba, casado con doña Inés, era hijo de Miguel Martínez Muñoz, hermano del adalid Domingo Muñoz. Esta afirmación es seguida por Francisco Fernández de Córdoba, Abad de Rute, en su Historia de la Casa de Córdoba, y por el autor anónimo de la Historia de la Casa de Priego. Por su parte, Luis de Salazar Castro nos dice que Martín Muñoz no era sobrino sino hermano del adalid Domingo Muñoz. Manuel Nieto Cumplido afirma que era alcalde de Córdoba en 1264. Luis María Ramírez y de las Casas-Deza, en su Descripción de la Iglesia Catedral de Córdoba (p. 81), al referirse a la capilla de San Bartolomé, apunta: “Fue fundada por Martín Muñoz, sobrino de Domingo Muñoz el Adalid, conquistador de Córdoba, y su mujer doña Inés, en 1248”. Como veremos a continuación, este dato no tiene ningún soporte documental.
En la sucesión cronológica de las capillas listadas en la citada fuente de 1754, encontramos la de San Esteban (al margen, 1271). El primer documento al que hace mención es una escritura de 16 de agosto de 1271 (era de 1309) que ha llegado también hasta nuestros días. En este documento, Martín Sánchez (= Martín Muñoz), adalid, y su mujer doña Muña, vecinos de la collación de Santa María, daban al cabildo y deán de la catedral de Córdoba una serie de bienes, que se precisan con todo detalle, para la dotación de la capilla de San Esteban, la cual debía erigirse “sobre la capiella de Omnium Sanctorum”, en la que se harían varias sepulturas y en la que se establecían una serie de aniversarios:
- La sepulturas estarían destinadas a los fundadores y sus madres, para Gonzalo Martín, su hermano, para doña Ora “primera mujer que fue del adalid” y para los hijos y descendientes en línea directa.
- Cinco aniversarios: dos por cada uno de los fundadores, otros dos por las madres de cada uno de ellos y un quinto para doña Ora.
- Los fundadores gozarían del usufructo de sus bienes mientras vivieran, con la obligación de poner un capellán que sirviera en su capilla y cinco maravedís anuales por cada aniversario. Fallecidos estos, el cabildo sería el encargado de nombrar al capellán y celebrar los diferentes aniversarios dotados.
El citado documento de 1754, además nos dice que en el Libro de Memorias de la catedral de Córdoba, se encuentra “por abril, la apuntación siguiente: de Martín Sánchez, adalid y doña Muña, su mujer en la capilla de San Esteban, allí de sus padres y de su sobrina Sancha Martínez y un aniversario por su hijo Martín”. En el Libro e Aniversarios y Fiestas (c. 1454), se cita la capellanía por Martín Sánchez adalid y por su mujer doña Muña fundada el 16 agosto de 1271.
Como hemos visto, la escritura de 1271 nos confirma la identidad entre Martín Muñoz y Martín Sánchez, ya conocida por otras fuentes. La documentación histórica refiere su matrimonio con doña Muña y da noticia de su hija Teresa Sánchez, casada con Alvar Martínez, padres del maestrescuela Rodrigo Álvarez, pero solo este documento en cuestión da testimonio fidedigno de su primer matrimonio con doña Ora, otro personaje cuya filiación ha sido discutida. José Pellicer de Tovar, en su Memorial de Grandeza del Marqués de Priego, dice que doña Ora Muñoz era hija del adalid Domingo Muñoz, por lo que según lo ya expuesto, sería sobrina o prima de Martín Muñoz, y que según la “común opinión” había contraído matrimonio con Fernán Núñez de Córdoba. El Abad de Rute considera que doña Ora era hija de un señor de Témez y Fernán Nuñez hijo del adalid. El autor anónimo de la Historia de la Casa de Priego se suma a los que hacen a doña Ora hija de Miguel Martínez Muñoz y hermana de Martín Muñoz, lo cual no puede ser cierto según la escritura de 1271, una fuente directa y coetánea, que da cuenta del primer matrimonio de Martín Muñoz con doña Ora y el enterramiento de ambos en la capilla de San Esteban.
Un segundo dato proporcionado por la carta fundacional de la capilla de San Esteban es igualmente destacado. Me refiero a la información que nos proporciona sobre que debía hacerse sobre una capilla preexistente, la de Omnium Sanctorum, de la que no se tenían más datos y que se constituiría en la primera fundación sobre este espacio sacro.
Veamos lo que nos dice el documento de 1754 sobre la capilla de Omnium Sanctorum. Cita una escritura de 18 de mayo de 1305 (era 1343) en la que doña Elvira, sobrina del canónigo don Marcos –probablemente Marcos González que ya había fallecido el 18 de enero de 1275– establece un aniversario por su tío, así como otra serie de mandas pías que desglosaré en el artículo dedicado al altar de Omnium Sanctorum. El Libro de Aniversarios y Fiestas (c. 1454) cita este altar que debió fundarse c. 1275, extinguida ya la primigenia capilla de Omnium Sanctorum sobre la que se había erigido la de San Esteban. Este altar de Omnium Sanctorum desapareció con la construcción de la nueva capilla mayor y espacio coral. Solo se ha conservado una inscripción en azulejos de Antón Sánchez Serrano, fallecido en 1455, que pudo ser su losa funeraria, probablemente ubicada delante del referido altar, la cual actualmente se encuentra empotrada en uno de los contrafuertes del crucero.
Tomando en consideración todo lo expuesto, la secuenciación de advocaciones de este espacio sacro pudo ser la de Omnium Sanctorum, de fundación temprana y de la que no tenemos más información; la de San Esteban, a partir de la fundación de Martín Muñoz y su mujer doña Muña, en 1271, y la de San Bartolomé, tras la dotación por parte del maestrecuela de la festividad de este santo y de su propio aniversario en 1330, dedicación que conviviría con la de San Esteban durante un cierto tiempo.
El 18 de septiembre de 1490, María de Góngora, viuda de Alfonso de Luna, en su testamento, declara que allí está enterrado su padre, Alfonso de Góngora, jurado de Córdoba. El documento de 1754 nos confirma el patrocinio que en ese momento tenía esta capilla: “es patrona actual de esta capilla la marquesa de Almodóvar, Canillejas y la Rambla, por poseer el principal mayorazgo de la Casa de Góngora, y como descendiente de Beatriz Álvarez de Córdoba, mujer de Diego Jiménez de Góngora y hermana de dicho maestrescuela [Rodrigo Álvarez]”. Probablemente se tratara de Ana Antonia Suárez de Góngora y Menéndez de Avilés (1700-1776), V marquesa de Almodóvar del Río, V marquesa de Ontiveros, IV condesa de Canalejas y adelantada mayor de La Florida. En la capilla de San Bartolomé reposan también los restos del poeta y dramaturgo Luis de Góngora y Argote, canónigo de la catedral de Córdoba, fallecido en 1627.
La remodelación barroca de la capilla se llevó a cabo en 1718. En esta transformación se conservaron varios elementos. El más destacado es la reja, del siglo XV, sobre la que hay un cuadro, al oleo, con el escudo de los Góngora; la mesa de altar, revestida de azulejos similares a los que se encuentran en sus laterales, también de siglo XV, y un retablo con una copia anónima, del siglo XVII, del Martirio de San Bartolomé de José de Ribera, pintada en 1626, titular de la capilla.
En 1985, se eliminaron los cerramientos laterales originales del siglo XIII, modificando drásticamente la apariencia y condiciones acústicas de este espacio.
Este trabajo se ha realizado dentro del Proyecto de Investigación CateCArq. La arquitectura y los usos y costumbres de las catedrales de la provincia eclesiástica de Toledo hasta el concilio de Trento, liderado por Eduardo Carrero Santamaría [PID2023-149168NB-I00].